Los antidepresivos son útiles y eficaces en determinados casos, pueden ser una ayuda temporal en un momento difícil en nuestras vidas, pero solo el uso de ellos sin apoyo de psicoterapia puede llevar a una dependencia de los antidepresivos, sin solucionar el problema que causa la depresión.
A menudo se utilizan antidepresivos para síntomas de depresión, ansiolíticos para síntomas de ansiedad pero ¿de qué sirve tratar los síntomas? Si te rompes un brazo puedes tomar un analgésico para el dolor, pero eso no te curará el hueso roto. Recordemos que los síntomas son una llamada de atención de que algo está ocurriendo. Busquemos el foco del problema para cambiarlo y mejorar nuestra vida.
Además el uso prolongado de los fármacos antidepresivos puede aumentar el riesgo de desarrollar depresión bioquímica, empeorar a largo plazo los síntomas, provocar que los tratamientos que se apliquen posteriormente sean menos eficaces y disminuir la duración de los períodos sin síntomas.
En un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista Progress in Neuro-Psychopharmacology and Biological Psychiatry, se lleva a cabo una revisión bibliográfica de los efectos secundarios asociados al tratamiento farmacológico de la depresión, encontrándose que los fármacos antidepresivos son menos eficaces para las depresiones recurrentes y para prevenir las recaídas. Se encuentra también que cuando los antidepresivos se retiran no es raro encontrar cuadros de abstinencia, tolerancia y resistencia, es decir, la persona muestra síntomas similares a los que padece una persona adicta a una droga, cuando esta se le retira o cuando su uso se hace muy continuado, siendo necesarias dosis mayores de la sustancia para conseguir los mismos resultados, provocando la dosis iniciales cuadros sintomáticos similares a los presentes en ausencia de tratamiento.
Y ojo, que no estoy diciendo que el uso de antidepresivos o ansiolíticos sea malo. En ciertas ocasiones tiene un efecto muy positivo y es importante tomarlos según indique el médico. Pero en otros casos eso no es suficiente, hay que trabajar el origen del problema, del sufrimiento. ¿Qué hay debajo de esa tristeza? ¿De dónde viene la sensación de vacío, de ahogo? Y para eso la psicoterapia es una herramienta maravillosa, que te ayuda a ver tu luces y tus sombras, y te aporta herramientas para manejar tu vida, para ser la persona que eres, la que está debajo de tus síntomas, tu verdadero yo.
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