El rechazo entendido como la consecuencia de que alguien no te elija para algo en la vida, duele. Ya sea el rechazo de tu candidatura para un puesto de trabajo, o una cita que sale mal, o la persona que te gusta no quiere una relación contigo, o que no te han invitado a una fiesta o reunión social. En cualquiera de las situaciones normalmente se pone en juego nuestra valía personal, y si no tenemos cuidado, nos juzgamos a nosotros mismos, a nuestro valor personal, desde los ojos de la persona que no nos elige (para lo que sea).
Aquí hay algunos consejos
- No te dejes atrapar en tus pensamientos. Tampoco los niegues, escúchalos porque son parte de ti, e intenta escucharlo como si de otra persona se tratasen, pues solemos ser más compasivos con otros que con nosotros mismos. Pero no te dejes atrapar en una espiral de negativismo y de victimismo.
- Céntrate en lo que todavía tienes en tu vida: tu pasión, tus hobbies, los logros, lo que has conseguido, la gente que te rodea y te quiere. Fuérzate a encontrar 3 cosas positivas que tienes en tu vida, 3 cada día, para poner el foco de tu atención en lo positivo, en lo que tienes y no en lo que te falta o has perdido.
- Date tiempo para procesar tus sentimientos, no te fuerces a estar bien rápido, a sonreír y poner buena cara. Cuando nos rechazan lo normal es sentirnos heridos, pueden ser un gran dolor o un dolor pequeño, podemos tardar en superarlo o que el proceso sea corto, pero en cualquiera de las opciones nos debemos a nosotros mismos el derecho a sentirnos mal por un tiempo.
- No le des mucho poder a tu critico interno, que suele ser terrible. Cuando empieces a escuchar esa voz interna que te susurra lo mala que eres, la decepción de persona que eres, o que no vales lo suficiente, que no importa cuanto te esfuerces, que tu has nacido para sufrir, que tienes muy mala suerte, que nunca serás feliz… en esos momentos acállale, ¿Cómo? Pon una canción que te suba el animo y báilala, vete a un sitio donde estés tranquila y grítale, dile que no, sonríe, aunque no lo sientas, céntrate en lo buena que eres, vete a un sitio bonito, contempla el mar…
- Háblalo, habla con tus amigos, con tu familia, comparte lo que sientes, aprende a aceptar apoyo, compasión y amor. A veces nos negamos este remedio natural porque pensamos que nos van a ver débiles, o no queremos molestar con nuestros problemas, pero de eso se trata ser seres sociales, de eso se trata la amistad, de apoyarnos en esos momentos que son temporales para recobrar fuerzas y seguir adelante.
- Piensa en que has aprendido de todo esto, si te han despedido piensa ¿Qué podría haber cambiado eso? ¿se abre ahora alguna nueva oportunidad? Si te ha dejado tu pareja, ¿Qué has aprendido de esa relación?
- Mantente activo, nunca dejes que el rechazo te paralice, no permitas que te quite lo que tienes, sigue con tus actividades, disfruta de lo que te gusta, vuelve a conectar con tu poder interior.