Convierte tu afición en tu profesión

Convierte tu afición en tu profesión, pues pasamos mucho tiempo de nuestras vidas trabajando, y ¿qué mejor que dedicar ese tiempo a algo que nos haga felices y nos haga sentirnos llenos?

¿Qué te gusta hacer? ¿Cuáles son tus intereses? ¿Hay algo que realmente disfrutes haciendo? ¿Algo a lo que dediques mucho tiempo y disfrutes aprendiendo cada vez más? ¿Tenías alguna asignatura favorita en el colegio? No importa que haya pasado mucho tiempo desde que dejaste el colegio, intenta recordar que te hacía vibrar cuando eras pequeño.

¿Qué hobbies o aficiones tienes ahora? ¿Te gusta por ejemplo pescar o la escalada o el ganchillo? ¿O cuidar el jardín y ese pequeño huerto que tienes? ¿O quizás te gusta la música y los conciertos? O esquiar, o correr maratones, jugar a videojuegos, leer o cantar en un coro o en un grupo de música.

¿Has pensado alguna vez en convertir eso que tanto te gusta en tu profesión? Realmente casi cualquier afición puede convertirse en un trabajo y desarrollar tu carrera profesional en ese campo.

Por ejemplo, si te gustan las manualidades y crear cosas en casa, o construir maquetas, podrías dedicarte a crear los escenarios de los teatros o trabajar para una productora. Si lo que te apasiona es leer, podrías ser editor de libros o artículos en una editorial.

Por supuesto que cualquiera de estos dos ejemplos requiere más que un placer por la lectura o un ser un manitas creando maquetas, pero por ahí se empieza, lo importante es identificar algo que nos guste y nos motive.

Piensa en cuál es tu afición

Quizás lo que te guste es dibujar comics, pero piensas que no te puedes dedicar a ello. Sin embargo, podrías ser un ilustrador gráfico, o publicar tus propios comics, o trabajar en una tienda vendiendo comics. Hay personas que lo hacen, así que: ¿por qué no tu?

Hay un montón de modos en los que puedes combinar lo que se te da bien y lo que te interesa. Otro ejemplo, te interesa el cambio climático y eres bueno escribiendo, ¿así que por qué no escribir artículos sobre el cambio climático?

O quizás te interesa el Desarrollo infantil, como los niños aprenden y desarrollan sus capacidades, pero no te atrae la idea de ser profesor. ¿Hacia dónde te podrías dirigir entonces? Podrías ser investigador de teorías de desarrollo, o un psicólogo Educacional, o un Pedagogo.

Cambia tu profesión

Muchas veces, cuando mis clientes traen esta problemática a consulta, cuando están infelices con lo que hacen y quieren cambiar de vida, y empezamos a explorar que otras cosas podrían hacer, me doy cuenta de que la descartan rápidamente por diferentes motivos, como que no pagan suficiente, o que no tienes estudios sobre ello, o lo que podrían pensar tus amigos y familia si cambias de rumbo profesional ahora.

Sea cual sea la razón, la conclusión que sacas es que no es una opción viable, y esa creencia la conviertes en un hecho que te limita la posibilidad de seguir ese camino. Pero yo te propongo que antes de rechazar la idea de convertir tu pasión en tu profesión te plantees si realmente hay algo que puedas hacer para alcanzar lo que quieras.

De todas formas, no solo porque algo te encante vas a querer dedicarte profesionalmente a ello, de hecho, muchas veces cuando las personas hacen de su profesión su hobby, pierde esa frescura y cambia la manera en la que se relacionan con ello.

A veces no necesitas sentir la llamada o tener una gran idea y un sólido plan a largo plazo. A veces solamente necesitas identificar qué es eso que te motiva e ir dando pequeños pasos hacia ellos, e ir aprendiendo a medida que recorres ese camino.

Como siempre les digo a mis clientes: ¿QUE HARÍAS SI NO TUVIESES MIEDO? Únicamente necesitas tener voluntad de cambio.

En este video puedes ver como usar el Eneagrama para desarrollar tu potencial