Un corazón roto es un corazón que duele, que se siente oprimido, que le falta el aire y se siente vacío, se consume, y se angustia. Es un dolor punzante, permanente, y tenebroso.
Nadie quiere sentir este dolor, porque posiblemente sea el dolor más profundo y tortuoso que existe: Es el dolor de la desconexión con el otro, la pérdida de contacto, la carencia del afecto del ser querido, la sensación de soledad y falta de sentido de la vida.
Cuando yo siento la pérdida es porque yo he sentido la presencia de lo que ahora carezco. Siento la carencia de las sensaciones placenteras vividas junto a otra persona. Siento la pérdida de no sentirlas ahora en el presente y siento la pérdida de las ilusiones que me había hecho con la otra persona de cara al futuro.
Esto me hace vivir diferentes emociones, rabia de haber perdido a la persona amada, tristeza de que no volverá, soledad de no tener compañía y con quien compartir, miedo de no superar el dolor y preocupación por no saber como afrontar situaciones nuevas.
Estas emociones y sentimientos intensos me producen dolor por no poder contar con quien yo quería seguir contando. Esa persona que me proporcionaba afecto, cariño, seguridad, compañía. Alguien con quien compartir el tiempo, los sentimientos, las actividades y por que no, momentos de intimidad y sexo. Es la decepción, la desilusión, el desencanto, el descorazonamiento, la falta de esperanza, la pérdida de la motivación que me animaba a levantarme cada día con algo por lo que tener esperanza.
El que nos quedemos en el dolor o busquemos formas de liberar el dolor depende de nosotros. Podemos quedarnos lamentándonos de nuestra suerte o podemos ponernos en marcha para superar las etapas de la pérdida con esperanza y buen paso.
Para hacer el duelo o superar las etapas de la pérdida tenemos que aprender a trabajar nuestras emociones. Tenemos que tomar conciencia de que sentimos, de que pensamientos y creencias están asociados a esos sentimientos y empezar a cambiarlos.
La manera más fácil, rápida y eficaz para trabajar las emociones y sentimientos es la psicología energética que movilizando la energía de las emociones logra disiparlas de forma rápida y definitiva.
También tenemos que identificar que creencias han propiciado una relación que no ha funcionado. ¿Creemos tal vez que el amor es para siempre, que no hay que alimentarlo diariamente; que tenemos que aguantarnos con lo que nos ha tocado; que no hay más posibles parejas y si rompemos nos vamos a quedar solos, o que el amor supera todos los obstáculos?
Las relaciones pasan por etapas y cada etapa requiere un aprendizaje y adaptación, no podemos esperar que todo siga como al principio de la relación porque es simplemente imposible, luego lamentarse de los cambios en vez de aprender y crecer con ellos no va a facilitar el proceso.
Con esto en mente los posibles consejos para empezar a curarnos consisten en:
- Darnos cuenta que podemos elegir si nos quedamos en el lamento o buscamos soluciones para salir fortalecidos
- Aceptemos los hechos tal cual son y dejemos de preguntarnos por qué y cómo podrían haber sido las cosas de otra manera.
- Permitirnos hacer el duelo, dejar salir nuestros sentimientos para superar la pérdida cuanto antes en vez de quedarnos dando vueltas a lo mal que nos sentimos al enfado, tristeza, miedo, decepción, ganas de vengarme, culpabilidad y un sin fin de sentimientos y emociones.
- Dejar de culpar al otro o a nosotros mismos. “A lo hecho pecho” e intentar sacar la enseñanza de lo que ha sucedido.
- Aprender a perdonarte a ti y a tu pareja y dejar ir, no aferrarse al pasado
- Buscar nuevos amigos o grupos de apoyo que te hagan sentirte acompañado
- Ilusionarte con actividades o proyectos que te mantengan activo, ocupado y entretenido.
- Hacer algún ejercicio y dieta saludable que redunde en tu salud física y te haga sentirte bien contigo mismo
- Entender el aprendizaje de vida por el cual esta persona estuvo en nuestra vida mas o menos tiempo.
- Aprender de esta situación para adquirir nuevos recursos y entablar relaciones más plenas.
Si quieres profundizar más, consulta el libro de Victoria Cadarso “Botiquín para un Corazón roto”