Cuando acabé la carrera de psicología en 1978 vi anunciado un Master sobre el estrés y leyendo el contenido, pensé “que aburrimiento, que materia tan densa y poco interesante”, pues bien nunca se puede decir “de esta agua no beberé” porque casi treinta años mas tarde estoy escribiendo sobre el estrés. Y estoy escribiendo sobre el estrés porque soy consciente que todos padecemos distintos grados de estrés a lo largo del dia, de la semana, del mes, del año, y de nuestra vida.
Estrés es tensión y la tensión nos activa. El estrés tambien nos crea incomodidad y nos hace movernos para buscar la comodidad. Todo en nuestra vida está en continuo movimiento, cada célula, cada átomo, cada electron y/o proton y este movimiento tiende a un nuevo orden, pero para que se produzca el movimiento tiene que haber tensión y cambio.
A lo largo de un solo dia cambiamos de actividad muchísimas, posiblemente incontables veces, y cada cambio requiere una nueva adaptación de nuestro organismo (cuerpo – mente) y cuando nuestro organismo hace un cambio en alguno de sus sistemas los otros tambien se ven afectados y todo se tiene que reorganizar. Pero además cuando nosotros cambiamos afectamos a nuestro entorno y este tambien se tiene que reorganizar.
Yo era una “ejecutiva agresiva” que tenía la sensación de que tenía energía ilimitada para poder hacer muchas cosas y además muchas cosas a la vez, lo que se llama “multitarea”, pero me faltaba tiempo para hacer todo lo que quería hacer. No sabía lo que era descansar y mis vacaciones consistian en cambiar de actividad, era el momento en que le dedicaba tiempo a la casa, a hacer bricolaje, limpiaba las lámparas, o arreglaba las cosas que necesitaban repaso. Y así año tras año.
Nunca enfermaba y si lo hacía no me daba cuenta. No falté ni un solo dia al trabajo, incluido el día que murió mi padre de un infarto. Trabajaba muchas horas diarias, más de las que son aconsejables por prescripción médica, pero por suerte o descansaba o desfallecía por la noche y al día siguiente entre el tabaco y el café volvía a la actividad frenética.
Un buen dia la empresa central de la que yo dirigía la sucursal en España decidió comprar una empresa española y en esa fusión tuve que despedir gente muy valíosa, no por decisión propia, sino impuesta, y eso fue muy duro. Yo pasé de dirigir una empresa a dirigir un departamento dentro de la empresa fusionada y esto supuso para mi una crisis. Crisis que en su momento no viví con mucho bienestar, mas bien me convulsionó a todos los niveles, me hizo cuestionarme mis creencias, valores, comportamientos y me desbordó emocionalmente. Estaba irritable, enfadada, triste, me sentía impotente, me parecía injusto, resumiendo no era agradable estar a mi lado, destilaba malestar. Y lo peor era que aunque yo no estaba de acuerdo con lo que se me pedía no podía elegir.
Recuerdo que un dia al salir de una fiesta de empresa tuve un ataque de ansiedad, y no sabía muy bien que era eso. También recuerdo irme a dormir y sentir como vibraba mi cuerpo de forma descontrolada. Me acuerdo de ser una fumadora empedernida, llegué a fumar hasta tres cajetillas diarias y de no hacer ningun tipo de ejercicio físico. En aquella época casi siempre estaba de mal humor, y recuerdo que parecía mayor. De esto hace mas o menos 7 años y ahora parezco más jóven que entonces, porque el estrés también envejece.
Pero todo en la vida tiene un lado positivo y yo aprendí a que no vale la pena vivir así. Por eso puedo decir con conocimiento de causa, que si aprendemos de las circunstancias y a re-interpretar los eventos, a liberar las emociones para poder actuar, desde la reflexión con la cabeza fria y el corazon caliente, podemos ser más objetivos y ecuánimes. Gracias a todo ese aprendizaje hoy entiendo a las personas que viven en el estrés y creen que no pueden salir de ahí y les puedo inspirar la confianza de que es posible hacerlo porque yo también lo conseguí. Y lo conseguí aplicando todo lo que menciono en este libro.
Este libro es el resultado de entender, aceptar y asimilar mi propia experiencia habiendo estudiado, investigado y puesto en práctica todas y cada una de las técnicas que menciono. Hoy puedo decir que el estrés no me desborda, tengo estrés en determinados momentos, como todo el mundo, pero ahora lo se manejar. Ahora lo manejo yo y el estrés no me maneja a mi.
Este libro tambien recoge los cientos y cientos de casos que trato en consulta, que para mi son diferentes manifestaciones de estrés o falta de equilibrio, porque yo defino el estrés como una situación de desequilibrio, donde existe una dificultad para volver al equilibrio. Para mi estrés es cualquier problema, cualquier crisis, estrés son los traumas, y estrés es asi mismo una oportunidad para cambiar. El estrés está en la base del cambio, el estrés esta en la base del conflicto, el estrés pide acción para reestablecer el equilibrio.
Estamos en continuo movimiento, en continuo cambio, somos energía y la energía cambia de forma, se trasforma, pero no se pierde, unicamente se moviliza y se traslada. Nuestro organismo cuerpo – mente vibra con las emociones, nuestros pensamientos tambien vibran y se trasladan y no sólo eso también crean, y todo lo que entra en contacto con nosotros vibra y resuena con nosotros creando comunicación. La energia es vibración, las ondas de luz son vibraciones, los colores tienen distintas frecuencias, la musica son vibraciones armonicas, nuestras celulas vibran, nuestros órganos vibran, nuestro cuerpo vibra como una orquesta afinada, hasta que se desafina, y muestra el desequilibrio o falta de armonia.
¿pero de que depende de que vibre en armonia? ¿Sabías que según datos de la Jornada Técnica de Actualización de “Los riesgos psicosociales y su prevención: mobbing, estrés y otros problemas”. presentada por Olga Sebastián Garcia del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales: <<El estrés ha sido identificado como uno de los riesgos emergentes más importantes en el panorama laboral actual, y en consecuencia, como uno de los principales desafíos para la seguridad y la salud a que se enfrentan las organizaciones. Diferentes encuestas sobre condiciones de trabajo ponen de manifiesto que se trata de un fenómeno ampliamente extendido: en la Comunidad Europea, el estrés relacionado con el trabajo afecta a casi uno de cada tres trabajadores y entre la población trabajadora española, los datos recogidos tanto en la III como en la IV Encuesta sobre Condiciones de Trabajo realizadas por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo apuntan en esta misma dirección.
Los costes humanos que esto supone son significativos. Se calcula que el 16% de las enfermedades cardiovasculares de los hombres y el 22% de las mujeres se deben al estrés relacionado con el trabajo. Entre las demás enfermedades y estados de salud asociados al estrés se incluyen trastornos musculoesqueléticos y problemas de salud mental.
Los costes económicos son igualmente importantes. Por ejemplo, del 50 al 60% del absentismo ha sido relacionado con el estrés laboral. Si se incluyen los costes sanitarios asociados, se calcula que el coste anual para la UE estaría en torno a los 20.000 millones de euros. Si a esto le añadimos la pérdida de productividad, la mayor fluctuación de personal y la menor capacidad de innovación, por mencionar sólo tres de los efectos secundarios del estrés laboral, la cifra real probablemente sea bastante superior.
Pero, ¿qué es el estrés?. Desde una perspectiva integradora, el estrés laboral puede definirse como un conjunto de reacciones emocionales, cognitivas, fisiológicas y del comportamiento, ante ciertos aspectos nocivos del contenido, la organización o el entorno de trabajo. Es un estado que se caracteriza por altos niveles de excitación y angustia, con la frecuente sensación de no poder hacer frente a la situación>>
El estrés es la falta de armonia, falta de armonia interna o falta de armonia con el entorno, en suma la falta de armonía del sistema al que pertenecemos. Si somos congruentes y tenemos coherencia y equilibrio tendremos la integridad suficiente para que cuando vengan factores tanto internos o externos no nos hagan perder momentaneamente el equilibrio tengamos la resiliencia necesaria para volver de nuevo a nuestro equilibrio.
Este libro pretende concienciarnos de lo que es el estrés, que significa el estrés, como nos afecta y donde nos lleva el estrés. No pretendo asustar sino concienciar, quiero informar para que aprendamos a coger las riendas de nuestra vida y no que el estrés nos lleve arrastras a nosotros.
He dividido el libro en tres partes: La primera pretende describir que es el estrés, como nos afecta, como se manifiesta, y como podemos identificarlo. La segunda una manera sencilla de explicar que el estrés nos afecta a todos los niveles, mental, emocional y físico, pero siempre hay una esperanza y es conectar con nuestro corazon. Conectar con las emociones positivas que nos llevan a amarnos a nosotros mismos y relacionarnos mejor con los demás, y en esta parte se apuntan diferentes ejercicios que espero os sean tan utiles como a mi para encontrar soluciones. Y por ultimo y no por ello menos importante, la tercera parte es una manera diferente de abordar el estrés, una manera complementaria y/o alternativa que tiene en cuenta otras serie de enfoques que ayudan a que hagamos medicina preventiva y participemos de nuestra salud y bienestar a todos los niveles. Espero que este libro, que he escrito desde el corazon, con la alegría que da sentir el amor por cada uno de mis amigos y clientes, que contribuyen dia a dia a que yo siga aprendiendo y por ello pueda seguir comunicándome. Todos ellos me permiten enamorarme, ensimismarme, entusiasmarme cuando veo su afan por superarse, por aprender a mejorar, a lograr equilibrio y armonia y a saber convivir mejor con los estréses que nos presenta la vida dia a dia.
Este es el prefacio de mi libro “Destapa tu olla estres” que publique en 2008. Hoy lo cogi para consultar unos datos y me encontre con este escrito, me senti diferente al leer esa etapa de mi vida en la que vivia tan estresada sin darme cuenta. Es increible ver como pasa el tiempo…