El estrés es antagónico con la voluntad, cuando estamos estresados no se tiene voluntad, te falla. Se tiene una sensación de descontrol, no se es empático, se es egoísta porque se esta en modo supervivencia. Además ante este modo supervivencia el estrés es incompatible con el altruismo y la empatía… nos vuelve más egoístas.
La respuesta automática de nuestro organismo es preparar a nuestro organismo para huir o luchar. Se ha descubierto que cuando no puedes huir ni luchar una tercera vía es entrar en modo congelación, el cuerpo bloquea la energía porque no se puede huir ni atacar. Ese es el gran valor de la psicología energética porque a través de ella se desbloquea y se recoloca la energía que estaba colapsada. Al poder ir derecho a la emoción, al cambiar la emoción y creencia que esta por debajo de esa emoción cambia y se vuelve a la homeostasis.
Cambia la visión, no estás enfocado en el aquí y ahora, buscas en la base de datos en un modo intemporal para buscar recursos para reaccionar. Por eso el estrés en la sociedad actual mas allá de una mera función biológica se da ante la perspectiva de cómo llegar a determinado lugar entre lo que tengo como recursos y apoyos y lo que creo que debo conseguir. Entre lo que yo deseo y donde creo que estoy (ese espacio intermedio te estresas porque sientes que no tienes lo que necesitas para llegar donde quieres, no crees que tengas capacidades y recursos…es un estrés por el camino para llegar (recursos/apoyos y capacidades)
21Por eso vivimos este estrés continuado como algo muy desgastante (por ej. cuidar a un enfermo, a un bebe, lanzar un proyecto profesional, sentirse presionado para alcanzar determinados objetivos profesionales/económicos…)