El cuerpo humano está compuesto por una multiplicidad de sistemas energéticos que interactúan y están conectados los unos con los otros. Hay muchos tipos de energía pero
empecemos por la eléctrica y magnética. Somos seres eléctricos nuestros cuerpos generan y conducen electricidad a través de conductores o tejidos que transmiten esa electricidad, y se
ven alterados por la electricidad. La electricidad es el fluir del poder eléctrico o carga.
Todo lo que hacemos es llevado a cabo por señales eléctricas que fluyen por nuestro organismo. La electricidad puede ser generada desde lo químico, como una pila y nuestro organismo tiene un metabolismo bioquímico, pero también puede ser generada por el movimiento. Así mismo puede ser generada desde el agua porque la célula es mayormente agua y está compuesto de átomos cuyas partículas subatómicas tienen cargas eléctricas. Cuando las cargas no están equilibradas el átomo está cargado o positiva o negativamente. Como nuestros cuerpos tienen muchos átomos, que pueden estar cargados positiva o
negativamente podemos generar electricidad.
Lo que lleva la información de los sentidos a través de los nervios son impulsos eléctricos, cuando se unen las neuronas lo hacen por estímulos eléctricos. La electricidad envía señales
rápidamente, más rápidamente que el movimiento químico que era lo que se pensaba antes que hacia la transmisión de la información. Nuestro corazón emite señales eléctricas, también lo hace nuestro cerebro. Todas las células de nuestro cuerpo pueden generar electricidad. Nuestro cuerpo suele estar en un estado de reposo de carga negativa, esto tiene que ver con la falta de equilibrio entre los iones de potasio y sodio dentro y fuera de la célula (esto es como una pila) que produce energía potencial, o capacidad para hacer energía eléctrica.
Sencillamente explicado en situación de reposo las células tienen más iones de potasio dentro de la célula que iones de sodio y hay más sodio fuera de la célula. Los iones de potasio son negativos así pues la célula está cargada negativamente. Los iones de sodio son positivos, así que el área fuera de la célula es positiva. Cuando no hay diferencia de carga no se genera electricidad y está en su estado de reposo. Cuando el organismo quiere enviar un mensaje de un punto a otro abre la membrana de la célula y los iones de sodio y potasio se mueven y se produce un cambio en la carga. Este cambio entre negativo y positivo es lo que produce el impulso eléctrico, que a su vez incita a que se abra otra célula y el impulso eléctrico se mueve a lo largo del nervio.
Los electrones que fluyen a través de un cable o a través del tejido humano crean un campo magnético en el espacio alrededor del cable o de las células del cuerpo. Nuestro corazón,
músculos, órganos, nervios, células, moléculas y demás crean un campo biomagnético, llamado biomagnético porque están generados por entidades biológicas de la misma forma
hablamos de bioeléctricos.
El corazón es el que marca el ritmo y lo hace como si fuera un metrónomo o marcapasos mediante su sistema eléctrico generando una chispa eléctrica que hace que el corazón se
contraiga y luego se expanda llevando así el pulso. Si falla el propio sistema se instala un marcapasos artificial para que haga esa función. Cuando falla el sistema eléctrico del corazón
se produce fibrilación y eso se produce porque el corazón empieza a generar impulsos eléctricos en más de un lugar, con varios disparadores el corazón no puede llevar su ritmo
normal.
Así pues nuestras células, órganos, cuerpo genera electricidad y emite campos electromagnéticos. Todo está hecho de energía, desde las células que componen las moléculas, los agentes
patógenos, la bioquímica de los medicamentos, incluso los pensamientos y las emociones.
Cada célula tiene una pulsación y emana energía y cada parte del organismo emana campos electromagnéticos. El cuerpo humano es un sistema energético complejo, compuesto de cientos de subsistemas energéticos: La enfermedad es el resultado de desequilibrios energéticos y por lo tanto podemos restablecer la salud o instaurarla equilibrando las energías.
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