El miedo es como un virus que te va infectando, invadiendo y en el mayor de los casos invalidando. El miedo una vez que se ha disparado se multiplica exponencialmente desarrollando el miedo a sentir miedo, y cuando inevitablemente se vuelve a sentir miedo crece en intensidad. Cuanto más intenso, más miedo y cuanto más miedo más intenso de manera que llega un momento que la mejor manera de no sentir miedo es no hacer nada para que no se dispare el miedo.
España está actualmente bajo el virus del miedo, escuches lo que escuches la gente tiene miedo y transmite miedo y se continua propagando el miedo. ¿Por qué no se hace algo? ¿Y quién tiene que hacer algo? ¿A quién le interesa que sigamos teniendo miedo? Si te haces estas preguntas te darás cuenta que el miedo es muy útil para que algunos puedan manipular al resto. Estos pocos saben que los muchos cuando tienen cierto grado de miedo se resguardan los unos con los otros, y midiendo bien la cantidad de miedo no se rebelen sino que se apaciguan y se confortan entre ellos.ros. Ahora bien si el miedo llega al nivel de supervivencia entonces ¡cuidado! Porque tal vez las personas se podrían agrupar para rebelarse contra quienes ellos crean que es la fuente de miedo.
Sólo algunas mentes libres aprenden a manejar su miedo y lo hacen entendiendo cual es el proceso del miedo, como se dispara, como se puede desactivar y que se puede hacer para controlar el miedo. El miedo se siente en el cuerpo y desde el cuerpo hay que desactivarlo. Si, se puede aprender a manejar el miedo, todos tenemos miedo pero no todos lo padecemos de la misma manera. Algunos aprenden a relajar su miedo, otros a respirar su miedo, otros a desactivar su miedo y otros a bailar su miedo.
El miedo es una energía que pone en marcha nuestro instinto de supervivencia y genera una reacción fisiológica que activa a nuestro organismo para la acción. Si llevamos a cabo la acción se consume la energía y baja el nivel de miedo pero si no llevamos a cabo la acción y bloqueamos esta energía lejos de eliminar el miedo intensificamos ese miedo.
Cuantas más veces manifestemos miedo y bloqueemos el miedo más miedo frente a cuanto antes hagamos frente a nuestro miedo, lo miremos cara a cara, y lo desactivemos menos miedo y más amor.
Si la energía opuesta al miedo es el amor y el amor también es contagioso cuanto más damos mas obtenemos y “mas mejor nos sentimos”, en vez de estar como con el miedo encogidos estamos expandidos, generamos, creamos y disfrutamos.