Al contrario de lo que decían las abuelas mi padre siempre ha dicho que la leche y sus derivados no son buenos, que el ser humano es el único animal que sigue consumiendo leche después de dejar de ser lactante, y ¡encima leche de otro animal! Eso no podía ser bueno… Pero claro, ahí está la cultura tradicional… ¿cuántas veces nos han dicho “bebete un vaso de leche que es buenísima” “Para crecer fuerte y sano hay que beber mucha leche que tiene mucho calcio?”
La leche humana está hecha para el metabolismo humano… la de la vaca está hecha para el metabolismo de las terneras y su contenido en grasas y proteínas es excesivo para el ser humano.
La razón fundamental que nos daban para animarnos a beber leche era que tenía mucho calcio, que es un mineral muy necesario para la salud y el fortalecimiento de los huesos. Pero el calcio que consumimos lo cogemos a través de los vegetales, las verduras, las carnes crudas, los frutos secos, las frutas, las hortalizas…
Parece difícil de creer pero las personas que beben de 3 a 5 vasos de leche cada día presentan niveles muy bajos de calcio. Esto lo descubrió el Dr. William Ellis, ex presidente de la Academia Americana de Osteopatía Aplicada. Estos niveles bajos de calcio se deben a que al beber leche se consumen enormes cantidades de proteínas lácteas y éstas producen un exceso de acidez en el organismo. Entonces el cuerpo ¡saca los minerales alcalinos de los huesos! Esto explica porque los departamentos de osteoporosis de los hospitales de todo el mundo están llenos de personas con lo huesos débiles ¡¡¡que se pasan el día bebiendo leche!!!