El niño 6 quiere por encima de todo sentirse seguro, tiene mucho miedo de no poder sobrevivir solo. Por ello hace lo posible para pertenecer. Es como si recibiera mensajes de no independencia como “no hagas”, “ten cuidado”, “no lo consigas”, “no seas importante”, “no sobrepases a tus padres”. Por eso intenta ser reconocido por él y por lo que hace. Se prepara para la acción pero luego vacila. Se identifica con los que tienen problemas y dificultades.
Estos niños tienen miedo a ser reprendidos. Desean que sus padres les presten atención, les muestren aprecio y les reconozcan sus esfuerzos por ser buenos, obedientes, cumplidores. Necesitan que una figura con autoridad les apruebe y valore su forma de comportarse. Es como si nunca lo obtuvieron y lo buscan continuamente. Esto les hace suspicaces y desconfiados de las personas que se ofrecen en hacer algo bueno por ellos.
Detectan las incongruencias, las mentiras y las agendas ocultas. Se centran en los posibles peligros para intentar solucionar los problemas. Se preocupan de las posibles consecuencias, e intentan anticipar los diferentes resultados. Se identifican con los que tienen problemas y dificultades. Les cuesta manejar la posibilidad de tener éxito, incluso pueden boicoteárselo.
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