Podríamos decir que la lectura (de buenos libros) nos entretiene, estimula nuestra imaginación, nos enriquece culturalmente, nos hace más libres y un largo etcétera. Pero hoy quisiera resaltar los múltiples beneficios que puede tener como herramienta terapéutica y que resumiría de esta manera:
- Nos ayuda a reflexionar y a tener una visión más amplia de las cosas, de manera que podamos ver más allá de los estrechos márgenes (de nuestra cultura, de nuestra educación, de nuestros prejuicios, etc.) y tener, de esta manera, más recursos para afrontar la vida.
- Nos permite estar siempre acompañados, al tiempo que respeta nuestra soledad. Los personajes de ficción están ahí, a nuestro lado, los podemos sentir como si fueran de carne y hueso, podemos dialogar con ellos en nuestra imaginación, podemos soñar con ellos, podemos compartir sus tristezas y sus alegrías, podemos escuchar sus consejos, podemos de alguna manera “vivir” a través de ellos, adquirir experiencia de manera indirecta y sentirnos menos solos.
- En algunos momentos, puede ser una sana válvula de escape ante las tensiones y dificultades de la vida cotidiana, una especie de oasis que nos permita relajarnos y reponernos del estrés. Y/o salir con nuestra imaginación de una situación que nos oprime y volar hacia otros espacios y mundos más vastos que nos “liberen”. aunque sea sólo por unos breves instantes, de nuestras ataduras terrenales y nos devuelvan la paz interior, la energía o el valor que necesitamos para afrontar una situación difícil o gravosa.
- Nos puede servir de espejo de nosotros mismos, ayudarnos a poner palabras para describir mejor lo que nos está pasando, lo que estamos sintiendo y, de esta manera, comprender y comprendernos mejor. Una vez que dejamos el libro, dice Alain de Botton, nuestra mente será como un radar afinado de nuevo para captar la presencia de ciertos objetos que flotan en nuestra conciencia…
- Nos puede hacer recuperar vivencias de nuestra niñez, recuerdos del pasado y volverlas a procesar con otra mirada, Nos ayuda a tejer la historia de nuestra vida de una manera más completa, con una visión más madura.
- Estimula nuestra imaginación, nos permite viajar en el tiempo y el espacio, imaginar otras realidades, explorar otros mundos, escuchar las voces de sabios y filósofos de otros tiempos, etc. sin abandonar la comodidad de nuestro hogar, sin movernos (si no queremos) de nuestra butaca favorita.
- Pone a nuestra disposición conocimientos y vivencias acumulados durante siglos por toda la humanidad.