Cuando decidimos perdonar también estamos dejando ir aquello que nos parece que obtenemos si retenemos esa energía. Son las llamadas “ganancias secundarias”. Suelen ser inconscientes y tienen mucho poder hasta que las llevamos al consciente, así que hagámoslo.
- Continuar enfadado te da la sensación de poder y dominio.
La rabia y el rencor suelen encubrir sentimientos de impotencia, desilusión, inseguridad, aflicción o miedo. Se usan habitualmente para evitar el verdadero poder personal.
Sentir rabia en un momento dado puede ser una parte del proceso de reclamar tus derechos y establecer límites. Sin embargo si te estancas en esa emoción te quita poder y frena la sanación.
- La rabia es una forma de controlar a los demás.
Cuando una persona se enoja, los que la rodean se sienten culpables y asustados y, por lo tanto, a veces se dejan manipular. Después ellos mismos sentirán rabia y resentimiento. Por lo que todo nuestro comportamiento desde estos sentimientos negativos tendrá más consecuencias indeseables.
- Usas la rabia para evitar comunicarte.
Expresar sentimientos y pensamientos es arriesgado ya que nunca sabemos cómo reaccionará el otro y tenemos miedo de las consecuencias. Hay quien puede considerar la rabia como un buen refugio para evitar comunicarse, como un lugar más seguro que la intimidad y la comunicación auténticas, donde uno queda expuesto.
- Usas la rabia para sentirte a salvo.
Si tienes rabia los demás no se te acercan, si no se te acercan no pueden dañarte. Con este pensamiento alejamos también muchas experiencias positivas en nuestra vida. Por eso hemos de aprender a establecer límites y a reaccionar de otras formas cuando detectamos que alguien quiere dominarnos o atacarnos.
- Utilizas la rabia como una manera de afirmar que tienes razón.
A veces no es posible que te den la razón y ser feliz al mismo tiempo ¿qué eliges?
- Con la rabia consigues que otros se sientan culpables.
Al usarla así, seas o no consciente de ello, refuerzas esos sentimientos negativos dentro de ti, disminuyes tu autoestima y te impides ser feliz.
- Centrándote en la rabia evitas enfrentar los sentimientos que encubre.
Bajo la rabia están el temor y la tristeza. Quizás la rabia la controlemos mucho mejor que esos otros sentimientos que, en caso contrario, deberíamos afrontar.
- Usas la rabia para aferrarte a una relación.
Cuando sentimos rencor el lazo con el otro permanece. Al cortarlo podemos tener que enfrentarnos al sentimiento de soledad.
- Mantienes el papel de víctima.
Perdonar no significa negar que has sido víctima, quiere decir que el hecho de haberlo sido ya no domina necesariamente tu identidad y tu vida emocional actuales.
- La rabia es una excusa para no responsabilizarte de lo que ahora mismo está pasando en tu vida y de lo que sientes.
Mientras tenemos este sentimiento podemos culpar a otro de nuestra infelicidad. En el momento que lo soltamos tenemos que hacernos responsables de lo que sentimos, hemos de tomar el poder de cambiar nuestra relación con la situación.