ENTRENANDO TU ATENCION I
Cuando estamos preocupados por algo, nos proyectamos al futuro, hacia posibilidades que no han ocurrido todavía y que quizás no lleguen a ocurrir. Nuestro cuerpo esta en el momento presente pero nuestra mente está muy lejos. Y cuando hablo de preocupación, no me refiero a una preocupación normal sobre temas que necesitan ser resueltos, como la agenda laboral, un proyecto de trabajo, la organización de los niños, o incluso la organización de las vacaciones del ano que viene. Cuando hablamos de preocupación aquí nos referimos a la de la otra clase, a cuando dedicamos mucho tiempo a pensar sobre cosas que pueden ir mal, y con ellos vamos drenando nuestra energía.
Si cuando empezases a preocuparte, te pudieses dar cuenta de lo que esta pasando y pudieses traer tu atención al momento presente, ¿crees entonces que la preocupación seria un problema para ti?
En el post de hoy vamos a hablar sobre como podemos entrenar nuestra atención para volver a fijarla en el aquí y el ahora.
Nuestras preocupaciones son importantes para nosotros, por lo que a veces dejar de prestarlas atención puede ser difícil. Tratar de negarlas, de razonarlas o d bloquearlas, a veces lo que conllevan es que las preocupaciones se hacen más fuertes aún.
Imagina tu atención como un musculo, que sino ejercitas cada vez pierde mas fuerza y se vuelve débil. Lo mismo ocurre con la atención, necesitamos ejercitarla, para esto te propongo dos técnicas: una es prestar atención a las cosas diarias, y la otra es practicar meditación. Ambas técnicas son mindfulness, los que habéis realizado el curso de mindfulness practico con nosotras, sabéis que esa es la base del mismo, practicar cada día e introducir en tu vida el mindfulness, que no es otra cosa que prestar atención a lo que esta pasando en este preciso momento con una actitud de aceptación. Esto conlleva convertirse en el observador, darte cuenta de que te estas empezando a preocupar y volver a dirigir tu atención al momento presente. No se trata de controlar tus pensamientos o de deshacerte de ellos, sino permitir a esos pensamientos estar presentes y al mismo tiempo elegir dirigir tu atención a otra cosa que este ocurriendo en el presente.
ENFOCARSE EN LAS COSAS DIARIAS
Por ejemplo, normalmente cuando hacemos las tareas rutinarias como lavar los platos o recoger la casa, o planchar, nuestra mente no esta pensando en lo que estamos haciendo, sino que lo hacemos desde el piloto automático mientras nuestra mente se dedica a pensar en otra cosa.
Así que esto será una oportunidad para ejercitar el “musculo” de la atención, y lo bueno es que no tendrás que buscar un tiempo extra para hacerlo, así que no valen las excusas de “no tengo tiempo para hacerlo”, simplemente aprovecha cualquiera de esas oportunidades que tienes a diario.
Elige una de esas tareas cotidianas: lavarse los dientes, fregar, aspirar, barrer, pasear al perro, comer… y en una hoja (para aumentar el compromiso) escribe cuando y donde vas a realizar esa actividad. Y simplemente hazlo. Mientras la estas realizando intenta mantener tu atención en lo que haces. Una cosa muy útil es en la misma hoja donde has apuntado lo que vas a realizar, que anotes también: el porcentaje de tiempo en el que tu atención ha estado en lo que estabas realizando, y el porcentaje de tiempo en el que tu atención ha estado en ti mismo (en tus pensamientos, sensaciones físicas, emociones…).
Mientras realizas la tarea, tu atención se distraerá, y no pasa nada por ello. Acéptalo y tranquilamente vuelves a dirigirla a la actividad que estas haciendo. Te propongo estas cosas para ayudarte a mantener la atención plena, no hace falta que escribas la respuesta a las preguntas planteadas, es simplemente para ayudarte a mantener la atención en lo que decidas hacer.
- Tacto: ¿cómo sientes la actividad? ¿Tiene alguna textura? ¿Qué parte de tu cuerpo está en contacto durante la actividad? Por ejemplo: sientes el agua caliente o fría, la espuma en tus manos, la aspereza del estropajo…
- Vista: ¿que están viendo tus ojos? ¿Como es la luz, los contornos, los colores, las sombras?
- Oído: ¿qué sonidos estas escuchando? ¿Hay algún sonido asociado a la tarea que estas realizando?
- Olfato: ¿detectas algún olor especial? ¿Mientras realizas la actividad han cambiado los olores? ¿Cuántos olores diferentes puedes identificar?
- Gusto: ¿qué sabores puedes detectar? ¿Han cambiado durante la actividad?
El mes que viene en otro post hablare de la segunda técnica propuesta para entrenar nuestro musculo de la atención: la meditación