A continuación vamos a ver cómo hay que hacer para equilibrar la propia energía y la del cliente y para manejar el ego tenemos que potenciar los efectos positivos del sanador. Para ello tiene que dejar su ego de lado y tener en cuenta 3 factores importantes:
1. El poder de la intención: la intención del sanador ha de ser el respetar la individualidad del cliente y, desde el máximo respeto por el momento, circunstancia y síntomas presentes, desear poder ayudar a que las energías del cliente se sincronicen y resuenen en la coherencia.
2. El poder del corazón: emitir ondas coherentes que ayuden a que las ondas del cliente se sintonicen y el sanador sirva de referente para que se ponga en movimiento la propia capacidad del cliente.
3. Tener una buena caja de herramientas o técnicas que sean eficaces para hacer que fluya, que se genere y desbloquee la energía del cliente.
Es muy importante que el sanador sea consciente de su participación mas allá de las herramientas que utilice y para ello conviene que se haga las siguientes preguntas:
A nivel de intención: ¿Realmente crees en la efectividad de tu disciplina energética?, ¿crees en ti mismo? ¿Crees en la capacidad de tu cliente de crecer y sanarse? Preguntas como estas tienen un impacto importante en el éxito profesional y salvaguardan el bienestar personal. Nuestros cerebros no distinguen la realidad de la ficción si tu crees algo lo estas creando en tu mente y esta a su vez lo está proyectando en el espacio muchas veces es la ACTITUD del terapeuta la que causa la diferencia.
A nivel de corazón: Los campos del corazón son un medio por el cual el terapeuta afecta a sus clientes. Este efecto nos lleva a la pregunta ¿Qué quieres compartir? Para generar efectos positivos en los clientes el terapeuta tiene que tener sentimientos positivos propios. Tus campos energéticos interfieren con los de tus clientes. ¿Como te sientes contigo mismo?
Lo que tu guardas en tu corazón se transfiere al espacio del corazón del cliente y de ahí a su cuerpo.
Equilibrar nuestra propia energía
Como ya hemos dicho anteriormente tenemos que estar centrados antes de querer ayudar a otra persona a estarlo, para ello tenemos que aprender a equilibrar nuestra propia energía. Dentro del campo de la Psicología Energética existen varias técnicas fáciles y sencillas que podemos practicar diariamente para equilibrar nuestra energía y en cualquier momento que sintamos que entramos en estrés. Estrés o tensión porque cuando estamos en tensión estamos en modo supervivencia y desde ahí funcionamos desde el ego (modo defensa, porque nos cuestionamos continuamente y no podemos estar centrados). El estrés es el enemigo de la relajación y cuando estamos relajados funcionando cerebralmente en ondas ALFA y conectados con nuestro corazón emitimos ondas coherentes que ayudan a sanar a nuestro cliente.
A continuacion comparto una herramienta muy sencilla para equilibrar nuestra energia antes de una terapia, es el procedimiento de John Diamond del golpe en el timo:
- Piensa en alguien a quien tu ames, o activa tu sentimiento de gratitud y mantén esa sensación en tu conciencia durante todo el ejercicio
- Cierra los dedos, de cualquier mano, haciendo como una piña con los dedos
- Da golpecitos con los dedos en tu glándula timo (centro superior del pecho) mientras que, con mantienes una sonrisa en el rostro, y tarareas “tan, tan, tan…” a ritmo de vals acompañando los golpecitos.
- Haz esto durante un total de 3 compases