La verificación muscular o test muscular es una herramienta de diagnóstico que utiliza la fuerza frente a la no fuerza de un músculo indicador utilizando ésta respuesta como un método de retroalimentación o feedback. El test permite aislar al músculo y descubrir, no tanto su salud física, sino si tiene un buen tono muscular, una buena comunicación energética, y si da una respuesta clara.
Cuando utilizamos el músculo como método de diagnóstico utilizamos un músculo indicador, que consiste en aislar un músculo con el cual vamos a realizar el test comprobando como responde ante diferentes estímulos. El músculo indicador (o músculo aislado del resto de los músculos, para dar una respuesta binaria, fuerza frente a no fuerza) informa mostrando cambios cuando se le pregunta.
Debido a la capacidad de contracción y extensión de los músculos podemos usar cualquier músculo para que nos sirva de indicador. Lo que indica es la activación o desactivación (fuerza frente a no fuerza, consonancia o disonancia) frente a lo que se está cuestionando. El test muscular es una técnica de trabajo y un arte que se desarrolla con la práctica.
Usar un músculo para indicar una respuesta específica es tan sólo usar de manera consciente lo que ya hacemos de manera inconsciente todo el tiempo. Nuestro organismo está continuamente obteniendo información del entorno y en base a ella produciendo adaptaciones musculares. Pongamos un ejemplo para entenderlo mejor, físicamente ¿cuál es tu sensación corporal cuando estás esperando algo que te apetece o te motiva? ¿Y cómo te sientes físicamente cuando algo no te motiva? En el primer caso, cuando algo nos motiva por ejemplo, nos sentimos energetizados, fuertes, preparados para la acción, para acercarnos a lo que nos gusta, nuestros músculos están activados. Sin embargo cuando algo no nos gusta o motiva sino que nos desmotiva nuestros músculos están, laxos, o extendidos (relajados). Esa diferencia binaria (activación/desactivación) es la que vamos a utilizar en el test muscular.
El test muscular se lleva a cabo decidiendo qué músculo vamos a utilizar y cuál es el movimiento de ese músculo. Luego presionaríamos sobre ese musculo en la dirección de su movimiento mientras le pedimos a la persona que haga una fuerza paralela en la dirección contraria. Tanto el testador como la persona testada tienen que intentar hacer la misma fuerza para cada pregunta que se le haga al organismo a través del músculo. Cuando el músculo, haciendo la misma fuerza, no se mantiene en la posición eso quiere decir que lo que estemos tratando está afectando a la energía del músculo. Esta fuerza o debilidad nos facilita el acceso a la información interna del sistema, nuestro organismo o “bio-ordenador” donde todos los datos están almacenados de forma consciente o inconsciente. El test muscular nos permite rescatar la información que necesitamos para restablecer el equilibrio del organismo.
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