Sentirse cansada, irritable, con menos ganas de comer, más sensible de lo normal, o con ganas de llorar por cualquier cosa es normal, es una parte de la maternidad de la que no nos suelen hablar. Es esa cara B que cualquier cosa en la vida tiene. Y es que ser madre es precioso, pero también tiene sus cosas negativas, y el proceso de cambio físico y hormonal por el que nuestro cuerpo pasa después de dar a luz es muy fuerte y necesitamos adaptarnos. Muchas mujeres se tienen culpables, por no ser tan felices como se supone que deberían serlo, ¿pero sabéis qué? Bienvenidas a la maternidad real.
La depresión posparto es un tipo de depresión que muchas madres tienen después de dar a luz. Es un problema que afecta a 1 de cada 10 mujeres, pero también puede afectar a los padres. Es importante buscar ayuda en cuando intuyas que puedes estar deprimida, ya que los síntomas pueden durar meses e incluso empeorar con el tiempo.
Muchas mujeres se sienten un poco decaídas, o con ganas de llorar, o ansiosas las dos primeras semanas después de dar a luz. Esto es lo que se llama el “baby blues” y es debido al cambio drástico de hormonas que el cuerpo de la mujer sufre después del parto. Es totalmente normal y solo se necesita tiempo para que tu cuerpo se vaya adaptando, y se pasara en unos días.
La diferencia con la depresión posparto es que esta tiene una duración mas larga, y puede aparecen entre las 2 y las 8 semanas siguientes a haber dado a luz. Además, estos síntomas suelen estar presentes:
- Perdida del interés por el bebe
- Sentimiento de desesperanza
- Ser incapaz de parar de llorar
- Sentimiento de no ser capaz de hacer frente a la situación, “no puedo más”
- No ser capaz de disfrutar ninguna situación, no tener ganas de nada.
- Dificultad para concentrarse.
- Pérdida de memoria.
- Una ansiedad excesiva por el bebe, y su seguridad.
- Pérdida de apetito.
- Ataques de pánico por una ansiedad muy elevada.
- Sentirse extremadamente cansada y sin energía para nada.
Si crees que estas teniendo depresión posparto, no lo vivas sola, pide ayuda. No eres una mala madre, eres una persona humana que esta teniendo una dificultad y necesitas la ayuda de un médico. De la misma forma que vas al medico a revisarte los puntos del parto, o el peso del bebe.