La influencia de los padres en nuestro autoconcepto

Tenemos que tener en cuenta que pasamos muchos años en situación de dependencia de nuestros padres, por lo menos 18 años. Esto hace que busquemos la mejor manera de llevarnos con ellos, que normalmente está en algún lugar entre dos polos: aguantándonos con lo que ellos quieren o rebelándonos. Tal vez también alternemos los comportamientos y unas veces nos aguantamos y otra nos rebelamos. Generamos creencias en base a como experimentamos esta relación y esto afectará nuestra manera de pensar y actuar. Además la repetición de determinados comportamientos puede convertirlos en automáticos o habituales y llega un momento en que no seamos conscientes de que hace que hagamos lo que hacemos.

Nuestros padres nos influyen poderosamente en lo que se refiere a la imagen que vamos adquiriendo de nosotros mismos. Nuestro concepto de nosotros mismos es, durante bastantes años, un reflejo de cómo pensamos y sentimos que nuestros padres nos ven a nosotros. Si un padre está constantemente regañando a su hijo y no contrarresta la disciplina con refuerzo positivo o cariño estos tienen básicamente dos opciones pensar que los padres tienen razón: Yo no estoy O.K. ellos están O.K. y que ellos no son lo suficientemente buenos o que los padres están equivocados y ellos tienen que valerse por si mismos como puedan: Ellos no estan O.K. y yo estoy O.K.

Dentro de estos dos extremos existen diferentes intensidades. Desde pasar a ser un sujeto pasivo pendiente de que te digan desde fuera lo que tienes que hacer, hasta el otro extremo en que empiezas a idear como vas a hacer para salir de tu casa. Te imaginas los pasos que vas a dar y vas creando tu futuro. También puedes conformarte o fantasear que algún día cambiará tu suerte y te creas un amigo imaginario que te quiere como eres, o sueñas que las cosas cambiarán solas.

Los padres que dan cariño pero también establecen límites y estructura dando independencia dentro de estos límites crean sensación de competencia y fomentan la autoestima.