El sabor dulce está asociado con el elemento tierra (bazo/estómago) y así como un poco de dulce estimula el bazo/páncreas, el exceso de alimentos dulces puede dañar a esos órganos, disminuyendo el nivel de energía de este elemento y afectar a todo el organismo. La emoción asociada al elemento tierra es la preocupación.
El cuerpo hace su propio azúcar, la «glucosa humana», el combustible con que funciona el organismo, que extrae de todos los alimentos ingeridos. Pueden convertirse en glucosa las proteínas en forma de aminoácidos, las grasas y ácidos grasos y las féculas, como carbohidratos simples o complejos. Si es necesario se produce el proceso inverso, en que la glucosa es convertida en glucógeno y almacenada en el hígado, o en aminoácidos almacenados en los músculos, o en ácidos grasos que entran a formar parte de los tejidos grasos.
El abuso de los azúcares producirá principalmente grasa, que primero se deposita en las zonas más inactivas especialmente el abdomen, músculos y nalgas; posteriormente, cuando el exceso es crónico, se deposita en los órganos internos, vasos sanguíneos, corazón o riñones. Inversamente, una baja ingestión de azúcar permite al cuerpo cambiar las grasas excesivas en azúcar lista para su uso eliminando las curvas blandas.
En la medicina china, el páncreas, en cuanto que órgano del elemento tierra, está asociado con el bazo. Segrega hormonas que pasan a la sangre y regulan el uso que hace el cuerpo de la glucosa. El excesivo uso de azúcar, a largo plazo, puede sobrecargar de trabajo al páncreas, y al llevarlo al límite debilitarlo. Esto provoca una respuesta insulínica débil o insuficiente. Esto crea una incapacidad de eliminar y utilizar el azúcar de la sangre, produciendo un “alto nivel de azúcar en la sangre” conocido con el nombre de diabetes. Cuando el bazo páncreas funciona en exceso, la respuesta excesiva del páncreas a la ingesta de azúcar y alimentos produce demasiada insulina y puede llegar al extremo en que se puede producir hipoglucemia, o bajo nivel de azúcar en la sangre.
La insulina, principal hormona del páncreas, al estimular a las células a que utilicen glucosa, reduce el nivel de azúcar en la sangre; pero el páncreas puede segregar también la hormona glucagon y pasarla a la sangre, elevando en ésta el nivel de azúcar. Por eso hoy en día se ha visto que hay dos tipos de diabetes, una es congénita, la otra es el resultado de la disfunción del bazo que puede ser debido a un estrés continuado.
Tras la comida y un breve período de relajación, el cuerpo necesita moverse un poco, por ejemplo dando un paseo o bailando suavemente: este movimiento ayuda a la digestión, asimilación y distribución de los elementos nutritivos.
Extraido del libro “Las Emociones Engordan o Adelgazan” de Victoria Cadarso
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible.
La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Tienes toda la información de privacidad en nuestra página de política de privacidad y política de cookies.