La Psicología Energética es un campo de estudios y práctica terapéutica que combina investigaciones y herramientas de la psicoterapia convencional con conocimientos de las Medicinas Orientales (China y Ayurvedica) y la Kinesiología.
- De la psicoterapia convencional toma todas aquellas técnicas y herramientas que consiguen que el cliente se sienta escuchado, atendido y respetado como son el establecimiento del relación terapéutica, la escucha incondicional, la indagación, y la implicación del terapeuta cuya intención está en aportar lo mejor de si mismo (profesionalidad, buen hacer, y ética profesional) a la relación terapéutica para conseguir que el cliente también acceda a lo mejor de si mismo.
- De las Medicinas Orientales toma los principios de que todo problema o dificultad tiene una repercusión en los campos electromagnéticos del organismo (cuerpo –mente). Se percibe al organismo como un todo donde la energía vital fluye por unos canales energéticos, llamados meridianos, que no fluye armoniosamente o se bloquean como resultado de un problema o dificultad y que restableciendo el correcto fluir de la energía vital se consigue que el cliente pueda afrontar sus problemas o dificultades desde una nueva perspectiva. Este fluir armonioso de la energía se reestablece mediante la estimulación de puntos de acupuntura, que se estimula el propio cliente siguiendo las indicaciones del terapeuta. Estos puntos están fundamentalmente en la cara, tronco superior del cuerpo y las manos.
- De la kinesiología, utiliza la verificación muscular, que es un método de diagnostico utilizando un músculo que se aisla a tal efecto para que haga de músculo indicador. Esto permite verificar cuales son los aspectos del problema, en que canales energéticos se ha quedado bloqueada la energía vital, y sirve de retroalimentación o “feedback” para que el cliente tome conciencia de cómo se va llevando a cabo el cambio.
La Psicología Energética tiene un enfoque integrativo de estas tres disciplinas con el fin de conseguir aliviar el malestar emocional de una forma rápida y eficaz y está especialmente indicado para todos los trastornos del estrés como son: ansiedad, miedos, fobias, depresión así como para aliviar emociones negativas como la irritabilidad, la rabia, ira, el odio, desamor y coadyuva en todas las preocupaciones y obsesiones.
No es una técnica excluyente, sino todo lo contrario es un complemento a cualquier práctica terapéutica porque al aliviar rápidamente el malestar emocional y el cliente se siente más motivado para seguir un proceso terapéutico que le lleve a un mayor bienestar mental, emocional, corporal y espiritual.
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