Vencer al miedo requiere valor. Y conectamos con el valor cuando vivimos en coherencia con nuestros propios valores, que nutren nuestra confianza. De ahí la importancia de descubrir quiénes somos, comprometiéndonos con nuestro desarrollo personal. Vivir con coraje nos lleva a salir de la cárcel de nuestra mente y nos ayuda a derribar la coraza que hemos tejido con nuestros miedos, creencias y carencias para “protegernos”. Esto nos permite tomar decisiones en consonancia con nuestras verdaderas inquietudes y necesidades, más allá del miedo.
El valor es la esencia de la libertad. No en vano, el verdadero coraje nos lleva a actuar a pesar de nuestros temores, liberándonos de nuestras limitaciones. La acción diluye el pensamiento, nos saca de nuestra “zona de confort” y nos permite ser auténticos. Así, actuar con valentía nos lleva a conquistar la verdadera libertad.
Los seres humanos a veces no somos capaces de controlar el miedo, pero siempre podemos decidir cómo comportarnos ante esa intensa emoción. Está en nuestras manos intentar dar lo mejor de nosotros mismos en cada momento, actuando con valor y abrazando laincertidumbre como fuente de aprendizaje y crecimiento. Al fin y cabo, el enemigo natural del amor no es el odio, sino el miedo. De ahí la importancia de preguntarnos: ¿Qué haría si no tuviera miedo?
- ¿Cuál es tu mayor miedo?
- Si se hiciera realidad, ¿qué es lo peor que podría pasar?
- ¿Qué pasaría si te enfrentaras a tus miedos?