Nuestro aspecto físico, nuestra manera de movernos y relacionarnos en el mundo es un reflejo de nuestra personalidad, de cómo nos sentimos con nosotros mismos y en ciertas circunstancias.
Podemos intuir una persona tímida cuando nos encontramos con alguien que no mira a los ojos y tiene un tono de voz bajo, o una persona insegura por la caída de sus hombros y su cabeza gacha, o nos hemos podido sentir intimidados por una persona de posición recta, de andar vigoroso y de fuerte voz.
El eneagrama ha hecho un estudio de esas características físicas y las ha relacionado con el tipo de personalidad. Ya sabéis que pocas ciencias son exactas pero os iremos compartiendo los resultados de esos estudios.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible.
La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Tienes toda la información de privacidad en nuestra página de política de privacidad y política de cookies.