Olfato, feromonas y deseo

El olfato conecta con el cerebro más primitivo del ser humano y las feromonas que desprenden la vulva y los testículos “liberan los llamados terpenos y fenoles, que tienen un impacto en la respuesta sexual” Detectamos hasta diez mil olores, pero como las estructuras olfativas, al igual que el resto de nuestro cuerpo, se deterioran con la edad, los niños suelen distinguir más olores que los adultos.
Sabemos que los animales tienen muy desarrollado este sentido que interviene de manera especial en el encuentro sexual; es el olor el que lleva al macho a buscar a la hembra y al revés; es la  llamada época de celo. Sin embargo, la evolución del Hombre nos está impidiendo tener ese aroma a nuestro alcance. Hemos ido evolucionando y los cosméticos han ido cubriendo nuestro aroma natural. Hay un hecho muy curioso: es que la Publicidad está explotando esta carencia para vender productos que recuperen el instinto perdido, algunos de ellos se venden como feromonas.
Las feromonas tienen como fin inducir un cambio de comportamiento en el otro, mejorar la atracción y aumentar la predisposición a iniciar una relación sexual. En 1959, los doctores Karlson y Lüscher fueron los primeros en sugerir y definir la palabra feromona, que proviene del griego y que significa “llevar excitación”. Las feromonas humanas, se pueden obtener naturalmente a partir del sudor y otras secreciones. Sin embargo, para lograr algunos miligramos de feromonas se requieren varios litros de sudor, por lo que ningún proveedor de feromonas, ofrece feromonas, realmente naturales y humanas. En el mejor de los casos, se trata de feromonas humanas sintetizadas en laboratorio.
Pero las feromonas sirven para más cosas que potenciar la vida sexual, mejoran también las relaciones sociales y laborales y ayudan a superar la timidez. Cada uno tenemos nuestra propia marca olorosa que nos identifica, nos diferencia y nos hace atractivos para los demás.
Los centros que regulan la excreción de feromonas se encuentran relacionados con el hipotálamo. Todo lo que estimule estos centros, contribuirá a incrementar tus feromonas naturales, con el consiguiente aumento de poder de tu atracción sexual. Recuperar la facultad de desprender este gran estímulo erótico como es el olor, es posible. Las actividades sexuales frecuentes y satisfactorias son el mejor estimulante para aumentar la producción de feromonas, como realizar todo aquello que cause placer, aunque no sea directamente sexual.
La mejor forma de que tus feromonas se pongan en marcha y te vuelvas sensualmente irresistible, es hacer el amor más a menudo y disfrutarlo plenamente.

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