El par biomagnético es una terapia energética que afirma que hay determinados puntos en el cuerpo que han acumulado excesos de cargas eléctricas. Estas cargas eléctricas forman polos magnéticos positivos y negativos, que producen distorsiones del pH químico, lo que da lugar a desequilibrios que hacen que los virus, bacterias y demás organismos perjudiciales para el cuerpo proliferen y encuentren un medio de desarrollo sincrónico a ellos.
Para sanar el estado biológico y energético del cuerpo, el par biomagnético utiliza imanes de gran potencia. Dando por hecho que el cuerpo humano posee fáctica o potencialmente el equilibrio energético, los imanes crearían estas corrientes energéticas causantes del campo magnético, cuya fuerza magnética movería las cargas positivas y negativas acumuladas y las neutralizaría. Al fin y al cabo, el magnetismo es movimiento, y el movimiento reajustaría los puntos de desajuste energético acumulados: las cargas positivas y negativas, al moverse, chocarían y se neutralizarían, devolviendo el cuerpo a su estado de equilibrio natural. Este estado de equilibrio hace que el cuerpo se vuelva un medio hostil para la proliferación y habitabilidad de los organismos perjudiciales.
Artículo escrito por Elena Díaz, estudiante de la formación “Especialista en Terapias Energéticas”
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