La relación con los padres de nuestra pareja es un factor importante de la propia pareja.
En un estudio de la Universidad de Michigan en 1986 se comprobó que las parejas que tenían buena relación con sus suegros tenían un 20% menos de posibilidades de tener problemas y de divorciarse.
Los hombres suelen tener menos problemas de límites con los suegros, porque suelen identificarse primeramente con el papel de “proveedores”, y después como padres o esposos, por lo que las acciones de los suegros no suelen percibirse como amenazantes. El hecho de que el hombre se lleve bien con sus suegros favorece el vínculo con su mujer porque envía un mensaje de “tu familia es importante para mi porque te quiero y me hace sentirme más cerca tuyo”.
Para la mujer la relación con los suegros suele ser más difícil porque interfieren en su identidad como madre y esposa.
Los conflictos suelen surgir cuando uno de los miembros es demasiado dependiente de su familia de origen y no sabe establecer límites con ellos.
Consejos:
- Aceptar las referencias familiares del otro en vez de intentar cambiarlas. Respetar el punto de vista del otro y entender que cada uno tenemos un marco y un contexto familiar, con costumbres y normas particulares.
- Conoce a tus suegros, establece una relación cordial con ellos.
- Establece tus límites, conoce hasta donde te sientes cómodo y no tengas miedo de establecer tus límites. Tu casa y la educación de tus hijos es cosa de la pareja.
- No les critiques nunca, ni si quiera a sus espaldas o si tu pareja lo hace. No hagas comentarios hirientes ni en momentos de discusión pues eso abre brechas entre la pareja.
- Aprender a comunicaros. Si hay algo que no te gusta aprende a expresarlo de manera asertiva y buscar soluciones juntos como un equipo (familia) que sois.