Resistencias al autoconocimiento II

Continuando con el tema que comenzamos la semana pasada… Estábamos hablando de qué mecanismos tenemos para evitar ponernos en contacto con nosotras mismas. Otro mecanismo que te evita la toma de conciencia es la proyección. Se trata de un proceso mental por el cual tu atribuyes a tu entorno algo que te es propio, una cualidad, un defecto, un sentimiento, una emoción, un pensamiento, una intención. “mi madre me hace comer, no puedo evitarlo” “la comida me llama”, “hay algo superior a mi que hace que no pueda parar de comer”. Si tu te vives como sujeto pasivo quiere decir que no crees que TU puedas hacer algo para cambiar.   La resistencia que evita el paso a la acción se llama en Gestalt retroflexión, y en vez de utilizar la energía hacia fuera para hacer los cambios necesarios en la dirección que queremos la volvemos contra uno mismo. Aquí la persona se sitúa como objeto y diana de su propia acción. “Estoy enfadada porque mi madre me hace comer de dieta, pero como siento que no puedo contradecirla, me aguanto, me como las judías verdes de dieta haciendo bola, y al final me sientan mal”. El resultado de este bloqueo de la acción es que toda la energía va a ser empleada en un solo objetivo, impedir exteriorizar lo que necesito. Al utilizar mi energía para bloquear lo que necesito expresar va a ser doblemente agotador, porque estoy dejando de expresar y esto me resta energía y además empleo otra energía adicional en bloquear. Este tipo de comportamiento hace que estés muy poco motivado para cambiar. A no ser que reflexiones e inviertas tu energía en darte cuenta que cambiando tu forma de pensar puedes cambiar tu comportamiento.   También puedes utilizar tu energía para fantasear y puedes tener una vida imaginativa desbordante pero lo que realmente haces es desviar la energía a otro lado. Puedes imaginar que consigues lo que quieres pero cuando estás a punto de conseguirlo te saboteas. Estas serían las personas que tienen miedo al éxito, porque no conciben conseguir sus sueños, tal vez por las creencias de los grupos de referencia de que la vida es dura, difícil, y no es fácil conseguir el éxito.