
Esta semana terminaré con este tema, analizando las barreras que tenemos para conectar con nosotras mismas, lo que nos impide vernos y sentirnos como somos.
Otro obstáculo para conseguir lo que deseas es la desvalorización. En lugar de festejar tu alegría de haber conseguido tu meta, relativizas, o minimizas tu vivencia y así no disfrutas de tus logros porque tal vez tengas la referencia de que “hay que ser humilde”. Cuando haces esto es que no puedes aceptar los cumplidos porque te han educado para que pienses que “estaría mal”, así que hay un movimiento inconsciente para no conseguir tus objetivos.
Por ultimo puedes tener resistencia en acabar algo. La confluencia es la expresión de la dificultad para terminar algo, acabar, retirarte y encontrarte solo. Así prolongas el contacto más allá de tu necesidad real, mas allá de tu satisfacción personal. Cuando comes te sirves una porción que corresponde a tu apetito, pero puedes seguir comiendo sin comprobar ni una sola vez si tienes hambre, hasta que la fuente está vacía. Así ignoras tu límite personal, la señal de que estás lleno, y sigues y sigues hasta que terminas con lo que estás comiendo. Esto tiene la ventaja de que te evita decir “hasta aquí, se acabó” y no corres el riesgo de sufrir un rechazo o ataque por parte del otro. Con esta actitud te quedas donde estás, prolongas el status quo de la relación, y harás que parezca que todo va bien, aunque estés acumulando rencor y cólera contra el otro.