Muchos piensan que la manera de manejar los recuerdos traumáticos o dolorosos es o intentar racionalizarlos o hacer lo posible para no recordarlos para así no sentirlos, pero ninguna de los dos formas los resuelve.
Cuando una experiencia nos ha hecho daño se graba a fuego en nuestro organismo (cuerpo- mente) de forma multisensorial. Nuestros pensamientos sobre lo sucedido son una fracción pequeña de esta información.
Por el contrario el resto, la mayor parte de la información grabada es multisensorial y se almacena a través de los sentidos, LO QUE VEMOS, oímos, olemos, sentimos y gustamos. Además comprende todas nuestras sensaciones y emociones y aunque en gran parte inconsciente ejerce una influencia profunda en todo nuestro comportamiento.
Si no queremos que nuestros recuerdos dolorosos nos ronden como fantasmas, tenemos que MIRARLOS de frente y “procesarlos”. Mirarlos, re-visarlos es decir prestar atención plena a las memorias o recuerdos dolorosos para resolverlos e integrarlas de forma coherente con el resto de información de nuestro organismo. Mirarlos de frente porque nuestros ojos además de ver y retener los estímulos visuales nos ayudan a poder procesar la información que han retenido.
Procesamiento por Movimiento de Ojos (PMO), es una técnica que a través de los movimientos oculares, fomenta la auto sanación que es inherente a nuestro organismo, y procesa de forma personalizada cada dificultad específica de la persona. Se basa explícitamente en que cuando alguna experiencia nos sigue creando malestar es porque el sistema homeostático o regulador interno que accede y procesa la información no ha podido integrar lo sucedido adecuadamente. Por ello tenemos que darle un “empujoncito” al sistema para que pueda integrar la información dolorosa o fragmentada de forma adecuada.
Connirae y Steve Andreas expertos en PNL desarrollaron PMO y buscaron la manera más efectiva y práctica para resolver asuntos traumáticos. Entendían por traumáticos asuntos tan diversos como manejar el malestar emocional resultante de problemas en las relaciones, el trabajar las críticas y los juicios que nos hacen daño, disolver el resentimiento y la culpa, trabajar el perdón, hacer el duelo, y mejorar nuevos aprendizajes para conseguir nuestros objetivos.
Nuestros ojos reciben una gran cantidad de información y los movimientos oculares que hacemos están relacionados con la diferente información sensorial que captamos y que recordamos. Cambiando la posición de los ojos también podemos modificar la forma en que se procesa la información, y haciendo movimientos oculares podemos integrar la información dolorosa con información que ayude a liberar ese dolor.
Si cambiamos la mirada de una persona en una dirección diferente de la que ellos harían de forma inconsciente, entonces accederán a diferente información que les ayude a procesar la experiencia dolorosa de forma diferente. Muchas limitaciones en la vida de las personas se generan internamente y están relacionadas con modos habituales de procesamiento visual. Alterando las posiciones y secuencias visuales del procesamiento se alteran los hábitos limitantes del cliente añadiéndole una perspectiva fresca y positiva al problema en cuestión.