Muchos pueblos a lo largo y ancho del mundo utilizan el incienso y las hierbas en sus Rituales de Duelo.
La creencia es que el humo asciende al dominio de lo espiritual y, a la inversa, proporciona un sendero al espíritu para llegar a la persona que está quemando hierbas para su Ritual. También se cree que el humo del incienso proporciona un sendero para el espíritu de la persona que ha muerto para que siga su camino.
También existe entre muchos pueblos la creencia de que ciertas hierbas purifican el espacio en el que se queman.
Aquí tienes un par de Rituales que puedes utilizar en tu proceso de duelo usando incienso o hierbas.
El Ritual empieza cuando vas a la búsqueda de la hierba o el incienso. Comienza preguntándote mentalmente qué hierba en particular o incienso estará bien para ti en este proceso en concreto. Algunas de las hierbas que yo he usado son la salvia y el romero. Me he encontrado con que el sándalo y la perla azul son los dos tipos de incienso que me gustan, y tu elección puede ser igual de personal. También puedes usar el perfume o colonia de un ser querido.
Ve a tu sitio tranquilo, en tu casa o en la Naturaleza, y haz o imagina lo siguiente:
UNO: Asegúrate de que no te interrumpirán y de que este tiempo es para ti y tu proceso de duelo.
DOS: Llévate un pañuelo o un trozo pequeño de tela, algo que perteneciera a ese ser querido, una foto, un recipiente para el incienso o las hierbas, cerillas para encenderlas, una pluma o un abanico para esparcir el humo y cualquier otra cosa que te parezca que sea una parte importante del Ritual.
TRES: Para empezar el Ritual, siéntate cómodamente delante de la tela o del pañuelo que has extendido, coloca sobre la tela las cosas que hemos mencionado antes, prende la salvia o el incienso.
CUATRO: Conecta con tus sentimientos por la persona o el acontecimiento por el que estás haciendo el duelo al tiempo que soplas tres veces sobre el incienso o las hierbas que se están quemando. Mientras haces esto, di: “Te echo de menos”, o “Te libero” o cualquier otra frase que sientas que es apropiada para ti.
Siente tus sentimientos. Déjalos salir.
CINCO: Con la pluma o el abanico, esparce el humo en las cinco direcciones: norte, este, sur, oeste y hacia el cielo. Mientras haces esto, di tres veces: “Te quiero”, o “Te dejo marchar” o cualquiera otra frase que a ti te parezca bien.
SEIS: Quédate con tus sentimientos hasta que tengas la certeza de que por esta vez has terminado. Dándote las gracias a ti y al espíritu por la oportunidad de dejar marchar tus sentimientos una vez más, apaga el incienso o la hierba que están ardiendo. Da las “gracias” a la hierba por ayudarte, recoge todas las cosas y vuelve a tu realidad normal diaria.