Victoria Cadarso Team

Sanar tu culpa y tu vergüenza

A menudo el concepto del perdón está dirigido a los demás, perdonar a aquellos que nos hacen daño. Pero ¿qué ocurre con el perdón a nosotros mismos? ¿Cómo nos afecta no aceptarnos y no perdonarnos? ¿Cómo nos va drenando la culpa y la vergüenza?
Nos podemos sentir culpables cuando hacemos algo que hiere a otra persona y que va en contra de nuestros valores. Eso es un sentimiento sano, que nos pone en contacto con nosotros mismos, que nos hace ver que nos hemos equivocado y hemos hecho algo en contra de lo que creemos. Nos sirve para aprender, crecer y evitar volver a equivocarnos.
El problema viene cuando se vuelve crónico y lo utilizamos para castigarnos a nosotros mismos. Y a eso se le une el sentimiento de vergüenza de nosotros mismos, que se sustenta en una creencia de que no somos buenos ni valiosos. Este estado nos lleva a criticarnos a nosotros mismos, a dejar de cuidarnos, a tener comportamiento autodestructivos, a buscar el perfeccionismo, a provocar una ira interna que a veces explota contra los demás.
Te propongo un ejercicio:

  1. Escribe una lista de personas a las que has hecho daño y describe cómo les hiciste daño.
  2. Después, ve uno por uno escribiendo cómo fue la situación y las causas o razones por las que realizaste la acción que hizo daño (o en algunos casos será lo que no hiciste para evitar el daño).
  3. Reflexiona en qué te llevó a actuar de la manera que lo hiciste (tu infancia, tu historia pasada, tu aprendizaje, tus modelos, tus adicciones, las circunstancias que estabas viviendo, una enfermedad, problemas económicos…)
  4. Ahora pregúntate por qué no te paraste a ti mismo cuando estabas haciendo daño a esa persona, ¿no eras consciente del daño? ¿te odiabas tanto a ti mismo que te daba igual herir a otra persona? ¿has construido un muro a tu alrededor que te dificulta ser empático con los demás?
  5. ¿Cuál es el objetivo de tu culpa? ¿Qué consigues culpabilizándote y no perdonandote? ¿Te estás castigando de la manera que crees que te mereces?
  6. Si la conducta que te hace sentir culpable sigue dándose en el presente pregúntate: ¿quiero cambiarla? ¿cómo puedo cambiarla? Por ejemplo, si te sientes culpable porque trabajas demasiadas horas y no tienes tiempo para tu familia, ¿hay algo que puedas hacer? Si te sientes culpable porque comes demasiado chocolate, ¿qué es lo que puedes hacer?
  7. Habla y pide perdón a las personas a las que has hecho daño. A veces podrás conseguir su perdón y eso quizás te ayude. Otras veces esas personas no podrán o no querrán perdonarte, pero por lo menos habrás expresado lo que sientes.
  8. Repara tu daño cuando sea posible.
  9. Ahora sé compasivo contigo mismo, repitete estas palabras: Soy una persona imperfecta, y como todos los seres humanos, a veces cometemos errores que hacen daño a los demás. Me comprometo a no volver a hacerlo. Me comprendo y me perdono. Me perdono y me acepto. Me acepto y me quiero.

Compartir en Redes Sociales

Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp
Share on email
Share on tumblr

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Subscríbete a nuestra Newsletter

Recibe nuestras novedades y Ofertas.

¡NO TE VAYAS!

Regístrate para recibir nuestras novedades y promociones y te regalamos pack de bienvenida que estamos seguros va a ser de tu agrado

X