Cuando vivimos alguna experiencia traumática tenemos que reprocesar la información almacenada en esos recuerdos traumáticos que se quedan como inconclusos y que a menudo se activan haciéndonos sentir que estamos en peligro otra vez.
Para reprocesar esos recuerdos podemos utilizar diferentes técnicas: exposición en nuestra imaginación, exposición en vivo a lo que tememos, EMDR, EMI…
Pero antes de entrar a explicar cómo podemos reprocesar esos recuerdos traumáticos, vamos a entender cómo los almacenamos en nuestra memoria.
¿Cómo se almacenan los recuerdos traumáticos?
Ahora, ¿puedes recordar algún momento feliz que hayas tenido? Tómate tu tiempo y date cuenta de los detalles y de cómo te sientes.
Bien, probablemente hayas podido recuperar muchos detalles de ese momento vivido, y con casi toda seguridad sepas cuando ocurrió y seas consciente de que es un recuerdo que se refiere al pasado.
Bueno, pues ahora trae a la memoria un olor, o un sabor agradable que te guste mucho y este asociado a un recuerdo positivo. Por ejemplo: las rosquillas de la tía Tomasita, o la tarta de manzana de mi madre.
De nuevo cuando lo recuerdas es muy probable que sepas cuando ocurrió, no el día exacto, pero si que está en el pasado.
Sin embargo, ahora veremos que ocurre cuando recordamos cosas traumáticas o difíciles.
Y para ellos vamos a hablar de las estructuras cerebrales que están implicadas en el proceso de memoria:
- El hipocampo es la parte que recibe la información y la almacena ordenadita en la memoria a largo plazo. Para ello le pone una etiqueta con la fecha en la que ocurrió. El hipocampo trabaja mejor en estado de tranquilidad, pero cuando tiene que hacer su trabajo con mucho estrés pues a veces comete errores y se olvida de poner la etiqueta de cuando ocurrió.
- La amígdala es la otra estructura cerebral implicada, y que está en los dos hemisferios cerebrales. Aquí se procesan las reacciones emocionales, la impronta emocional que nos dejan las situaciones. Y al contrario del hipocampo, la amígdala trabaja estupendamente bajo estrés.
Lo que ocurre con las memorias traumáticas es que están almacenadas con un montón de detalles emocionales (desde la amígdala) pero sin la etiqueta temporal de cuando ocurrió porque el hipocampo al grabarlas se vio desbordado por el estrés.
Esto entonces nos lleva a que cuando nuestro cerebro capta detalles similares en la realidad, los relaciona con los de la situación traumática e interpreta que estamos en peligro, porque volvemos a revivir la situación traumática, pero sin saber que está en el pasado.
Para dejar atrás y superar situaciones traumáticas necesitamos reprocesar el contenido emocional, corporal y cognitivo que ha sido grabado. Y para ello en cierta manera tenemos que volver a conectar con lo que vivimos, lo cual puede ser doloroso a veces, pero es como cuando limpiamos una herida infectada.
Si queremos librarnos de la infección, debemos limpiar la herida aunque el proceso duela.
Reprocesamiento de los recuerdos traumáticos
Escribir tus recuerdos en un papel te puede ayudar a distinguir lo que es pasado de lo que es presente, y esto va a reducir tus miedos y tus reacciones a los estímulos asociados a la situación. Además, puedes dar un sentido a lo que ocurrió, puedes ordenar los hechos, entenderlo y ponerle la etiqueta temporal que les falta.
- Elige la situación traumática que quieras reprocesar
- Escribe en primera persona y en tiempo presente, como si te estuviese ocurriendo ahora mismo.
- Incluye todos los detalles que recuerdes: sonidos, olores, sensaciones, luces, hora del día, personas involucradas, ubicación, temperatura…
- Escribe lo que sentiste y pensaste durante la situación (pero en presente) durante 30 minutos. Puedes programar una alarma para no estar pendiente del tiempo. Durante ese tiempo escribe todo lo que te venga a la mente. Si terminas antes de los 30 minutos vuelve a empezar e intenta recordar más detalles.
- Cuando termines puntúa tu malestar emocional del 0 al 10 en el punto más alto de todo el proceso.
- Repite el ejercicio durante 5 días con la misma situación traumática.
Consejos para reprocesar recuerdos traumáticos:
- Estate preparado para que tus reacciones puedan empeorar, es normal y no pasa nada, es parte del proceso. Recuerda que estás limpiando la herida y eso escuece, pero eso significa que estás sanando.
- Escribe a mano, mucho mejor que en el móvil o el ordenador.
- Elige un lugar donde no vayas a ser molestado
- No escribas en la cama
Y para finalizar os dejo el encuentro que tuvieron dos grandes psicólogas especializadas en Trauma: Victoria Cadarso y Beatriz Plans