El uso de las técnicas de intención paradójica (IP) está vinculado a la psicoterapia de orientación humanista, concretamente a la logoterapia de Victor Frankl, convirtiéndose en una intervención cognitiva especialmente útil para vencer la resistencia al cambio que presentan algunos pacientes.
La técnica de IP va a confrontar el sentido común de la persona a la que se le aplica, pues se trata de un proceso mediante el cual el paciente es animado a hacer, o a desear que ocurra aquello que precisamente teme.
El objetivo general de la intención paradójica es provocar cambios en las actitudes y reacciones de las personas ante situaciones de estrés o malestar, tratando de desmontar el círculo vicioso (que suele haberse generado) pautando precisamente lo más temido.
En la aplicación de la IP se pide a los pacientes que detengan la tendencia a tratar de evadir o controlar sus síntomas, a la vez que se les indica que los hagan aparecer deliberadamente, deseándolos y exagerándolos. De esta forma, el procedimiento de intención paradójica va a requerir dos cosas en su aplicación, por una parte, que el paciente renuncie a los intentos de control del problema, y por otra, que esté dispuesto a hacer aparecer y aumentar los síntomas.
la IP es una valiosa herramienta cognitiva para cambiar el curso de procesos terapéuticos lentos, difíciles o bloqueados. Esta técnica ha sido utilizada en contextos bien diferentes, donde el elemento común suele
ser la angustia por la expectativa de fracaso (e.g. no soy capaz de estar tranquilo) o por la expectativa de bloqueo al no poder responder adecuadamente a las situaciones que se presentan (e.g. no seré capaz de no comer de todo en la cena de la empresa) o la resistencia al cambio por la presencia de ganancia secundarias (e.g. nunca tendré fuerza para salir de casa de mis padres). Su utilización se da, en la mayor parte de los casos, asociada a otro tipo de técnicas que permiten abordar otros aspectos del problema, pero también ha mostrado su utilidad aisladamente.
Si quieres profundizar más te recomiendo el manual de “Terapia Cognitivo Conductual” de Marta Isabel Díaz, Mª Ángeles Ruiz y Arabella Villalobos