Nos sentimos bien cuando tenemos buena conciencia y mal cuando tenemos mala conciencia.
¿Qué es lo que acontece cuando tenemos buena conciencia y qué cuando tenemos una mala conciencia? ¿Qué precede a la buena y a la mala conciencia para que sintamos buena o mala conciencia?
Si observamos exactamente lo que ocurre cuando tenemos buena o mala conciencia podemos percibir que tenemos mala conciencia cuando pensamos, sentimos y hacemos algo que no está en sintonía con las expectativas y las exigencias de las personas y grupos a los cuales queremos pertenecer y a los que frecuentemente también necesitamos pertenecer. Eso significa que nuestra conciencia vela para que nos mantengamos conectados con esas personas y grupos. La conciencia percibe de inmediato si nuestros pensamientos, deseos y acciones ponen en peligro nuestro vínculo y nuestra pertenencia a esas personas y grupos. Cuando nuestra conciencia percibe que nos alejamos de esas personas y grupos a través de nuestros pensamientos, sentimientos y acciones, ésta reacciona con un sentimiento de miedo a perder nuestro vínculo con estas personas y grupos. Sentimos ese miedo como mala conciencia.
Inversamente, cuando pensamos, deseamos y actuamos de manera que nos movemos en sintonía con las expectativas y exigencias de esas personas y grupos, sentimos que pertenecemos y tenemos la certeza de que podemos pertenecer. El sentimiento de habernos asegurado nuestra pertenencia lo sentimos como bueno y benéfico. No necesitamos estar preocupados por que se interrumpa de pronto el contacto con esas personas y grupos y por experimentarnos solos y sin protección. Sentimos como buena conciencia el sentimiento seguro de poder pertenecer.
La conciencia personal nos une, por lo tanto, a personas y grupos que son importantes para nuestro bienestar y nuestra vida. Entretanto, dado que esa conciencia nos une solamente a determinadas personas y grupos y simultáneamente excluye a otros, es una conciencia estrecha.
Esta conciencia fue de suma importancia para nosotros cuando éramos niños. Los niños hacen cualquier cosa para pertenecer pues sin esa unión y sin ese derecho a pertenecer estarían perdidos. La conciencia personal asegura nuestra supervivencia junto a las personas y grupos que son importantes para nosotros. De ahí que su función sea, como no podría ser menos, muy apreciada. Vemos también la importancia que la conciencia personal ocupa en nuestra sociedad y en nuestra cultura.
En el contexto de lo que es bueno o malo, podemos observar que las diferenciaciones que hacemos son diferenciaciones de esa conciencia. Estas diferenciaciones establecen en qué medida algo asegura nuestra pertenencia y en qué medida la pone en peligro.