A la mayoría de las personas no les gusta pensar en la muerte, en nuestra cultura hay un cierto miedo a la muerte propia y ajena generalizado, y tener un cierto miedo es algo totalmente normal. Sin embargo, para algunas personas ese miedo a la muerte puede causar muchísima ansiedad hasta el punto de convertirse en una fobia.
Existen muchos tabús sobre la muerte, es un tema que evitamos hablar, no sabemos cómo apoyar a otras personas en duelo, los niños no se incluyen en los rituales y normalmente no les dejamos ir al tanatorio o al entierro, lo que nos lleva a esa dificultad de lidiar con la muerte cuando de pronto somos mayores y la sociedad decide que ahora sí, ahora sí estamos preparados para hacer frente a la muerte.
Pensar sobre la muerte y lo que vendrá después puede asustar, pero la única solución es hacerle frente y exponernos a esas situaciones que tememos, para que dejen de tener tanta intensidad. Es lo contrario a lo que normalmente tendemos a hacer cuando algo nos da miedo, que es intentar evitarlo.
La solución para superar el miedo a la muerte es mirar al hecho de que vamos a morir de frente, gestionar los sentimientos que eso nos crea y aceptar que la muerte es parte de la vida. Ya, muy bien, pero ¿cómo hacemos eso?
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Cómo Afrontar El Miedo A La Muerte
- Habla de ello, desestigmatízalo, habla con tus amigos, familia o con tu terapeuta. Comparte tus preocupaciones, porque el guardarlo todo para ti no hace que desaparezca ni que sientas menos miedo.
- Lee sobre la muerte, recuerda que exponernos al tema es parte del proceso de recuperación y de liberación de este miedo.
- No intentes luchar contra tus pensamientos sobre la muerte, acepta lo que sientes, casi con curiosidad pues tus emociones, aunque a veces pueden ser desagradables, no son peligrosas, no te pueden hacer daño.
- Aprende técnicas de relajación y de respiración que te ayuden a sentir que tienes el control sobre tus emociones. Al sentir miedo nuestro cuerpo desencadena ciertas respuestas fisiológicas (respiración agitada, aceleración del corazón, sudoración, boca seca…) que nos ayudan a estar preparados para una posible amenaza. En este caso, como la amenaza no es real, debemos aprender técnicas para relajar nuestro cuerpo.
- Vive tu vida al máximo. Solo mueres una vez en la vida, pero vives cada día de tu vida. Aprovéchalo. La muerte va a llegar, como llega a todo el mundo, pero cuando llegue que no te quede el sentimiento de que podías haber hecho algo más con tu vida. O si lo que te preocupa es el miedo a la muerte de los demás, vive con ellos, disfruta con ellos y expresa lo que sientes por ello cada día, como si fuesen a morir mañana.
- Mantén un buen nivel de ejercicio físico, ya que el ejercicio produce endorfinas que son las hormonas que nos ayudan a sentirnos bien. Y también, el ejercicio aumenta la temperatura corporal, lo que tiene un efecto calmante.
- Intenta llevar una dieta sana, porque la comida es como la gasolina de un coche. Jamás esperaríamos que nuestro coche funcionase bien sin gasolina, ¿verdad? Pero a veces cuando nos sentimos ansiosos o tristes, dejamos de comer y encima esperamos sentirnos bien, pero sin comer no tenemos energía y es difícil sentirnos bien.
Síntomas Del Miedo A La Muerte
- Ansiedad
- Pensamientos obsesivos sobre la propia muerte o la de los demás.
- Conductas de evitación de ciertos lugares, actividades, películas, canciones, personas…
- Ataques de pánico.
- Insomnio
- Estar muy alerta y sensible a las sensaciones corporales.
Preocupaciones Típicas Cuando Sentimos Miedo A La Muerte
- ¿Cómo moriré? El no tener control sobre este aspecto, ya que no sabemos cómo esto ocurrirá, crea mucha ansiedad y las personas con este miedo, intentan controlarlo de antemano.
- ¿Qué hay después de la muerte? Aquí influye mucho las propias creencias.
- ¿Qué ocurrirá después de mi muerte? ¿seré recordado? ¿qué hará mi familia? Muchas veces, el miedo a la muerte tiene que ver con no ser importante para los demás, no dejar huella o tener un impacto en los demás.
Causas Del Miedo A La Muerte
Podemos encontrar multitud de motivos que nos llevan a sentir miedo a la muerte.
Puede haber acontecimientos traumáticos, como tener un accidente de coche, o que fallezca alguien cercano. Estos acontecimientos nos ponen en contacto con la realidad de la vida y con la muerte como parte de ella, de una manera que está fuera de nuestro control.
En este vídeo Javi Hoyos nos explica cómo lo superó él
Tratamiento Del Miedo A La Muerte
Una de las técnicas más utilizadas en la exposición, que puede ser en vivo (por ejemplo ir a un tanatorio, o al hospital, o un cementerio) o en imaginación, donde la persona debe imaginar la situación temida.
Con las técnicas de exposición lo que vamos a hacer es romper la asociación entre las situaciones temidas y la ansiedad. También vamos a comprobar que las consecuencias negativas que anticipamos no ocurren, y por tanto aprenderemos a controlar la ansiedad y el pánico.
Al principio, cuando nos exponemos a estas situaciones, hay que esperar un incremento de los síntomas. Es normal sentirse ansioso, pero esta reacción se irá reduciendo a medida que vamos exponiéndonos a las situaciones fóbicas.
La mayoría de las personas confirman que la sensación de incomodidad, las ganas de huir y la ansiedad se van reduciendo a medida que nos vamos exponiendo a las situaciones que tememos.
Antes de comenzar la exposición, tenemos que crear una jerarquía de situaciones a las que nos iremos enfrentando. Haremos una lista de las situaciones que tenemos y al lado escribiremos el nivel de ansiedad/miedo que nos producen.
Una vez que tengamos nuestra lista, empezará la exposición.
Tiempo de exposición
- Deberás permanecer en la situación temida hasta que experimentes una reducción de la ansiedad y no sientas la necesidad de escapar de esa situación. Para pasar al siguiente paso de tu jerarquía tendrás que sentir en una escala de 0 a 10 una ansiedad de 0 o muy baja (máximo un 2)
- Tienes que permanecer en la situación hasta que te des cuenta de que lo que temías que ocurriese no ocurre, y que incluso si ocurre puedes hacerle frente. Por ejemplo: estar en un tanatorio y no desmayarte.
- Normalmente deberás permanecer en la situación entre 30 y 60 minutos.
Si quieres trabajar algún aspecto de ti mismo de forma más profunda, pide cita con uno de nuestros psicólogos.